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La última publicación de Psyblog nos pareció interesante para recordar algunos temas constantes de la Gestión de Personas.

Muchas personas plantean que sus jefes (o gerentes) son lo peor de su trabajo. ¿Pero qué dice la investigación al respecto?

El trabajo de DeVries (1993) plantea que el 50% de los "Managers" son incompetentes. Cuando Leslie y Van Velsor (1996) decidieron profundizar este tema, investigando diversos tipos de organizaciones y empleados, pudieron encontrar 4 puntos que sintetizan los problemas de los "malos managers" (Investigación descripta en Hogan & Kaiser, 2005):

  • Malas habilidades interpersonales: los malos managers miran hacia abajo como detestables emperadores. Son insensibles y fríos y es poco probable de que sean buenos con sus empleados.
  • No logran hacer su trabajo: definen constantemente objetivos ambiciosos y constantemente no logran alcanzarlos. No cumplen con sus promesas y es frecuente que traicionen tu confianza.
  • No pueden construir equipos: quizás la habilidad más importante de ser un manager. Construir equipos requiere construir confianza, asignar roles y objetivos, promover buena comunicación y proveer liderazgo. Los malos managers son incapaces en estos puntos.
  • No pueden lidiar con las promociones: nadie sabe por qué fueron promocionados, pero es claro que su nuevo trabajo es más que lo que ellos pueden hacer. Apenas comienzan con su nuevo puesto, todo comienza a fallar.

Si el 50% de los managers son malos... ¿Por qué logran pasar a ser managers?

La razón es que estos pésimos jefes tienen algunas cualidades importantes, por las cuales fueron contratados oportunamente, pero también tienen también cualidades indeseables, que sobresalen.

Hogan y Hogan (1994) estudiaron décadas de investigación en este asunto, y en sus conclusiones plantean que los malos jefes tienen algún tipo de desorden de personalidad. Y el problema de los desórdenes de personalidad es que...

 

Los desórdenes de personalidad son difíciles de detectar

Muchos malos managers son narcisistas, y el problema es que la gente inicialmente quiere a los narcisistas. Parecen gente divertida para tener cerca.

Luego comenzamos a observar que los narcisistas no pueden aprender de sus errores y luego se desenvuelven creyendo que tienen muchos permisos.

Lo que parecía primero ser simpático y encantador, pasa a mostrarse luego como arrogancia. Y cuando la gente se da cuenta, ya es tarde.

 

Las fallas de los procesos de selección

Es frecuente que los gerentes sean candidatos externos a la organización utilizando entrevistas.

Tanto los narcisistas como los psicópatas son excelentes en las entrevistas, dando una buena impresión en ese tipo de situaciones, es en lo que se destacan.

Más herramientas formales de selección deberían ser utilizadas para finalmente tener mejores jefes, y que los managers no sean lo que menos nos gusta de nuestro trabajo.